jueves, 23 de junio de 2016

44 kilómetros y sensación de plenitud

Hoy ha sido un buen día, largo y cansado, pero completo.
Después de remontar el río Odiel unos 20 kilómetros, hemos llegado al monumento a la fe descubridora, en Huelva, justo donde confluyen el río Tinto y el Odiel.
Despues de una parada en el club nautico para almorzar y encontrarme con los amigos de Onuba Nordic Walking y Juan Manuel, otra persona inquieta, que pronto comienza su reto solidario "Andalucía 7 desafíos".
Continúe por un caño que da al mar por Punta Umbría y luego directo, por mar, hasta la flecha de el Rompido, 25 kilómetros de una tirada, permitiéndome el placer de palear durante el atardecer.


El desembarque se presentaba "animado" y al acercarme a la playa, una ola me hizo volcar, me mantuve a flote agarrando el kayak para que las olas no lo empujasen con demasiada velocidad hacia la orilla, pidiendo sufrir algún daño con el impacto.
Pero una de las olas me lo arrancó de las manos. En cuanto pude salir del agua intenté recuperar el kayak pero estaba lleno de agua y se me hizo costoso tirar de el hasta tierra firme para achicar el agua.

Me tendí en el suelo para recuperar el aliento y después arrastré el kayak hasta lugar seguro donde no alcance la marea en la noche.
Después de montar el campamento y hacer algo de comida, me senté para deleitarme del firmamento estrellado y el cielo me lanzó un guiño con una estrella fugaz.

miércoles, 22 de junio de 2016

Barco del arroz

Ya conocía de la existencia de un barco malogrado frente a la desembocadura del Guadalquivir.
   En Internet encuentras mucha información sobre cualquier tema, pero...
Internet no te mira a los ojos, ni sonrrie, ni llora. No tiene el deje que caracteriza la tonalidad en el habla de cada provincia, ni tiene "marcas de sabiduría" que son las marcas de expresión provocadas por años de trabajo, por años de vivencias.
  En un viaje que realicé a Sanlucar de Barrameda, pregunté a un señor de avanzada edad sobre el barco encallado, él me contó que, al parecer, era un barco cargado de arroz que se dirigía a Sevilla en febrero del 94, pero en una mala maniobra encalló en una zona de poca profundidad dañándose y provocando vías de agua. Al mojarse el arroz, este se infló y el barco partió en dos.
Ninguna empresa se hacía cargo de retirar los restos ya que los gastos superaban el valor de la chatarra.
   Ahí quedará, sirviendo de refugio a gaviotas y peces hasta que termine pudriéndose por completo.


No todo es palear

No todo es palear (remar), también es necesario realizar porteos, como en la Línea de la Concepción, que tuve que hacer dos kilómetros tirando del kayak.
Para los tramos de suelo duro se utiliza un carrito que se acopla al kayak, pero en la arena se hunden las ruedas y es mejor tirar arrastrándolo.
Espacialmente penoso es cuando hay que desplazarlo por zona pedregosa, como pasó cuando intenté tomar tierra por un puerto en el que el guarda me negó el paso y no me quedó otra que salir a tierra por una pequeñita cala entre bloques de hormigón.



Los porteos son un factor más que incrementa la dureza de ésta larga travesía.


viernes, 17 de junio de 2016

Baelo Claudia

En la etapa de hoy hemos hecho una parada en la playa de Bolonia. En esta playa se puede visitar las ruinas de Baelo Claudia. Son los restos de una ciudad romana creada hace dos mil años, en este mismo lugar existía un asentamiento fenicio más antiguo.
Baelo Claudia sufrió un gran maremoto y a partir de ahí comenzó su decadencia.
Como podéis ver, no somos los primeros en ocupar esta costa, hace miles de años ya existían ciudades, ahora la ocupamos y explotamos nosotros y más adelante "intentarán" vivir otros, pero... ¿que le vamos a dejar y como?

"En esta acuarela, todas las generaciones pintan algo"

Un trayecto duro. 2ª parte

  Al amanecer del martes pude navegar sin duficultad durante doce kilómetros pero al pasar Punta Carnero, para comenzar el paso del estrecho, empezó la dificultad, el oleaje no era demasiado grande pero el viento ofrecía tanta resistencia que a duras penas conseguía avanzar.
  Me refugié en una cala, dormí un poco y despues de comer unos garbanzos con espinacas y tomar una infusión me encomendé a las nereidas del mediterraneo y reinicié la navegación a las seis de la tarde. Seguía soplando el viento pero al menos conseguía avanzar.
Ya divisaba Tarifa pero empezó a oscurecer y tuve que pasar la noche en una cala de piedras.

Busque entre los restos de comida y cene lo que quedaba, me dormí pensando en lo bien que se lo estaban pasando Eolo y Poseidón a mi costa.
Al amanecer del miercoles continúe para llegar a Tarifa, solo me distaban nueve kilómetros pero se hicieron largos y tediosos, sobre todo, al pasar por la isla de Tarifa que aumentó el oleaje en gran medida, pero por fin llegué a la playa de los Lances, el desembarco pintaba mal asi que me salí del kayak para llegar a tierra nadando y dejando que la marea acercase la embarcación a la playa y asi evitar "otro revolcón" accidentado.


jueves, 16 de junio de 2016

Un trayecto duro. 1ª parte

 El cansancio acumulado y el estado revuelto de la mar han hecho de las ultimas etapas un trayecto duro.
El lunes fueron 50 kilómetros, a la tarde empezó a soplar de poniente, intente rodear Gibraltar pero al llegar a Punta Europa la cosa se complicó, el gran oleaje acompañado del fuerte viento hizo que me fuese imposible continuar. Con cuidado de no volcar en medio del acantilado, me di la vuelta y retrocedí seis kilómetros hasta la Linea de la Concepción.
Una vez en tierra hice un porteo de dos kilómetros andando tirando del kayak hasta la bahía de Algeciras. En el recorrido del porteo presencié como chocaba una chica en moto contra un vehiculo y me apresuré en socorrerla, por suerte no fue grave, un corte en la ceja, magulladuras y conmoción. Cuándo llegó la ambulancia continué mi camino.
Retomé la navegación en el interior de la bahía con el sol de frente, grandes barcos por allá y acullá y un oleaje considerable. Con tanto buque pululando cerca me sentia como liliputiense entre gigantes. Recale en Palmones sin saber donde estaba y alli me acogió el chiringuito "El Garito"


Continuara....


El Mediterraneo y Van Gogh

El mediterraneo tiene un color como la caballa, es decir cambiante, no se sabe nunca si es verde o violeta, no se sabe nunca si es azul, ya que un segundo después el reflejo cambiantes ha adoptado un tinte rosado o gris. ...  Ahora que he visto el mar aquí, siento totalmente la importancia que tiene permanecer en el sur, y sentir que todavía es preciso exagerar más el color. ...
(Vincent Van Gogh,  Cartas a Theo)
Vincent Van Gogh fue un genio con una gran sensibilidad para percibir la vida a través de los colores.

En la carta que le escribía a su hermano Theo, el dia 16 de Junio de 1888 se puede leer lo que significó para él el descubrimiento del mar Mediterráneo. No se limitó en ver una simple y gran masa de agua azulada donde poder veranear. Él supo percibir la vida en el mar y la conexión de nuestra existencia con éste.

Acuarelo y yo nos despedimos ya de ese mar que potenció a Vincent Van Gogh su capacidad de crear.

Dejamos atrás el Mediterraneo y mar de Alborán y continuamos nuestro rumbo por el Atlantico.

martes, 14 de junio de 2016

Chiringuito El Garito, alojamiento solidario

Hoy a sido un día duro, 50 kilometros, un porteo de 2 kilometros y un fuerte viento, ademas he tenido que asistir a un accidente de circulación. Pero he tenido un final feliz.
He ido a parar a Palmones, cerca de Algeciras, se hacía de noche y no encontraba un lugar ideal para dormir, me dirigí a una pareja de policia local y les expuse mi problema, ellos a su vez se lo comentarón a Paqui la gerente del chiringuito El Garito.

 En cuanto le expliqué a Paqui lo que estoy haciendo y el porque no dudó en ofrecerme alojamiento y comida.
Unas horas antes estaba preocupado ante la incertidumbre de no saber a donde ir por culpa de las inclemencias del dia pero ahora me doy cuenta que si el dia hubiese salido como yo quería no habría conocida a esta buena gente, Paqui y todo su equipo de trabajo son la hospitalidad personificada, no solo rebosan cordialidad y simpatia si no que ademas tienen una estupenda cocina y lo digo por experiencia.
Gracias por subir al barco y poner Rumbo Acuarela.